miércoles, 1 de mayo de 2013

Story Cubes

Érase una vez un niño muy aventurero al que le gustaba mucho explorar islas desiertas para encontrar tesoros. Todas las semanas viajaba a una isla distinta para explorarla. Esta vez decidió ir a una isla cercana llamada Mística. Antes de salir de casa preparó su mochila con todo lo necesario: comida, linterna, pala, muda de ropa, brújula, etc. Después partió hacia la isla en un pequeño barco que tenía su padre. Cuando llegó a la isla amarró el barco y comenzó a explorar por la orilla. En ella fue encontrando muchos cangrejos de todos los tamaños y cogió uno para llevárselo a casa y meterlo en una pecera. A medida que se iba adentrando en la selva e iba pasando el tiempo, las nubes se volvieron más densas y negras. En poco rato, comenzó a llover intensamente y el niño tuvo que refugiarse en una cueva cercana a él. Encendió la linterna para ver mejor y esperó a que pasara la lluvia. Cuando terminó, salió de nuevo a investigar y encontró un hueso muy grande. Empezó a cavar en ese lugar para ver si encontraba más y su sorpresa fue que había un esqueleto entero de un dinosaurio. Llevó el esqueleto al barco y regresó a casa. El niño donó el esqueleto del dinosaurio a un museo para que todo el mundo pudiera verlo. Y, colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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